dimarts, 14 d’abril del 2015

EDUARDO GALEANO: LA PARAULA VIVA




Alguns dies el col·lectiu està de dol. Avui és un d'aquests dies perquè ha mort Eduardo Galeano. Les seues paraules ens han acompanyat  al llarg de tota la història del col·lectiu, per a reivindicar, per a donar sentit a la vida, per suavitzar els moments dolorosos, per riure amb la seva ironia, per a lluitar , pel pur plaer de llegir-lo, ...I ara també, com tantes altres vegades, haurem d'aprendre a viure amb la seva absència, gaudir del seu record i mantenir vives les paraules que ens ha deixat :



Recordar : Del latín re-cordis, volver a pasar por el corazón.



El mundo



Un hombre del pueblo de Neguá, en la costa de Colombia, pudo subir al alto cielo.

A la vuelta, contó. Dijo que habia contemplado, desde allá arriba, la vida humana. Y dijo que somos un mar de fueguitos.



-El mundo es eso- reveló- Un montón de gente, un mar de fueguitos.



Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás. No hay dos fuegos iguales. Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego loco, que llena el aire de chispas. Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca, se enciende.

( pàg, 1. E. Galeano El libro de los abrazos, ed. SXXI, 1999)



El aire y el viento



Por los caminos voy, como el burrito de San Fernando, un poquito a pie y otro poquito andando.



A veces me reconozco en los demás. Me reconozco en los que quedarán, en los amigos abrigos, locos lindos de la justicia y bichos voladores de la belleza y demás vagos y mal entretenidos que andan por ahi y por ahí seguirán, como seguirán las estrellas de la noche y las olas de la mar.



Entonces, cuando me reconozco en ellos, yo soy aire aprendiendo a saberme continuado en el viento.



Me parece que fue Vallejo, César Vallejo, quien dijo que a veces el viento cambia de aire.



Cuando yo ya no esté, el viento estará, seguirá estando.

( pàg. 257. E. Galeano El libro de los abrazos, ed. SXXI, 1999)

La ventolera

Silba el viento dentro de mi.

Estoy desnudo. Dueño de nada, dueño de nadie, ni siquiera dueño de mis certezas, soy mi cara en el viento, a contraviento, y soy el viento que me golpea la cara.

( pàg. 258. E. Galeano El libro de los abrazos, ed. SXXI, 1999)




'El derecho al delirio' ('Patas arribas. La escuela del mundo al revés', 1998).


Y LA UTOPIA :